Esta ciudad tímida del sol, a veces baila...
El título no es nada mío; es el principio de un poema de Laura Gómez Palma (lauragomezpalma.blogspot.com.), una escritora que descubrí hace poco y que me encanta. Hicimos un ejercicio el otro día que consistía en coger un libro de poesía e ir leyendo y cuando un verso y un par nos llamasen la atención debíamos seguir escribiendo lo que nos hubiese sugerido. Yo escogí el principio de un poema de esta escritora que se llamaba Ámsterdam.
Esta ciudad tímida del sol a
veces baila, y con ella todas las personas que pisan sus calles. Yo no soy
menos. Me gusta que baile, me gusta ver como baila la gente con ella, me gusta
que me contagie su ritmo. No es excesivamente bella, ni alegre; más bien todo
lo contrario, pero en contadas ocasiones surge un acorde que la hace vibrar.
La gente aquí es desgraciada casi
todo el tiempo, temen cualquier nimiedad que al resto ni nos llamaría la
atención; temen, en realidad, lo que puede esconder… la oscuridad que pueda
desatarse y acabar con ellos. La vida los ha tratado mal, el señor de las
tierras los ha traicionado demasiadas veces. Pero han aprendido a vivir con
eso, han aprendido a ser infelices la mayor parte del tiempo.
Fijaos que he dicho la mayor parte,
pues hay veces que como he dicho la ciudad entera baila… y no es por ser
presuntuoso ni excesivamente prepotente, pero estoy orgulloso de confesaros que
esos momentos de luz, de baile alrededor de la hoguera, son cosa mía.
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